El 12 de septiembre subimos de noche desde Pradollano hasta los pies del Veleta, acabando en el refugio de la Carihuela. Una ruta semi-improvisada tras visitar a Ana en Granada, que terminó siendo una aventura de 24 horas entre cansancio, risas y estrellas. Aunque la mochila me machacó el cuello y el peso fue excesivo, la subida nocturna bajo Orión y el amanecer sobre el Mulhacén compensaron con creces. Finalmente, coronamos el Veleta y bajamos en lanzadera, cerrando un fin de semana tan corto como intenso.
Este seria un breve resumen de la primera intentona de hacer la Vereda de la Estrella a la inversa, o sea bajando en vez de subir, para así poder conocerla antes de afrontarla de ninguna otra manera.
Pero esta salida con Alex se podría contar con algo mas de detalle... si te interesa aquí va y sino pásate a la segunda crónica que hago de la segunda intentona.
Este pasado 12 de septiembre, aprovechando que Ana llevaba unos meses trabajando en Granada, Alex y yo decidimos hacer una escapada más hacia allí.
El plan era pasar el fin de semana en la ciudad, pero coincidía con el cumpleaños de Ana, y tenía visita familiar, así que no podíamos quedarnos en el apartamento. Después de llegar a Granada ya de noche, cenar con ellos y darle su regalo, emprendimos camino hacia Pradollano, al Albergue Universitario, donde aparcaríamos el coche.
Llegamos a la una de la madrugada, y nada más bajar del coche nos recibe un zorro curioso rondando los vehículos aparcados. Bonito presagio para lo que venía.
Con todo el cuidado del mundo, ya que había gente durmiendo en furgonetas por los alrededores, preparamos las mochilas, palos y GPS. El plan era claro: subir de noche y si todo iba bien, dormir en el refugio de la Carihuela, o en el mejor de los casos, continuar al hacia el Mulhacén, buscar refugio para al día siguiente bajar por la Vereda de la Estrella hasta Güéjar Sierra, donde Ana nos recogería.
La subida nocturna
La noche estaba perfecta: cielo despejado, temperatura agradable y estrellas por todas partes. Llegamos a ver Orión asomando sobre el horizonte, y aquello ya valía el esfuerzo.
Eso sí, el entusiasmo duró lo que tardó mi mochila en empezar a torturarme el cuello. No era la adecuada, y lo noté desde los primeros metros. Pesaba mucho y no estaba bien... no se, que tiraba del cuerpo hacia delante… En resumen: un desastre. Más tarde cambiamos las mochilas, y hasta Alex reconoció que la mía era un suplicio.
Él, por su parte, iba como una flecha. Subía fresco, ligero, sin quejarse. Ya lo había demostrado en otras rutas como pudo ser en Picos de Europa, y en esta tampoco defraudó. Yo, en cambio, iba cada vez más tocado. Entre la semana de trabajo, las horas de coche, las cervezas con la cena y los más de veinte kilos a la espalda, mi cuerpo se rebelaba.
A medida que subíamos, las paradas eran más frecuentes: reajustar correas, mover la tienda, recolocar peso… Pero el daño ya estaba hecho. A los sesenta años, poco entreno, no cuidarse lo suficiente, el cuerpo protesta, y con razón.
El refugio de la CarihuelaPasadas las cuatro y media llegamos y cerca de las cinco de la madrugada nos adentramos, al fin, al refugio. Dentro no cabía un alfiler: gente por todas partes, la tarima llena, así que tocaba dormir en el suelo. Llevábamos caseta de campaña, pero Alex decía que adentro se estaba calentito, os puedo asegurar que fuera rozaban los 0º Centigrados.
Con cuidado de no despertar a nadie, desplegamos las colchonetas autoinflables y los sacos. Alex apenas durmió, pero yo caí rendido un par de horas. Cuando salí al amanecer y vi el Sol apareciendo tras el Mulhacén, se me olvidaron todas las quejas.
Aun cansado, yo habría seguido la ruta tal como planeamos, hacia la laguna de la Mosca y la Vereda de la Estrella. Pero recordé en las conversaciones que tuvimos en la subida que Alex sufre al bajar, tiene una pequeña molestia en la cadera, y esa bajada de más de 2.000 metros de desnivel hasta el barranco de San Juan habría sido una tortura.
Así que cambiamos los planes: desayuno tranquilo, recoger el campamento y subir sin peso hasta el Veleta y así agrandar el numero de cimas y rutas que Alex ha hecho conmigo, que para recordar algunas diría, la Padiorna, la Sagra, Torrecilla, el Aljibe, el Gitano, Tentudia, El Cares, Bonales, la Laguna Grande de Gredos, el Almendrón, el Alto del Obispo o Los Reales en Sierra Bermeja por poner algunos ejemplos.
Cima del Veleta
Subimos con calma, yo adelanté un poco a Alex para darme mi ritmo. En la cima, el viento fresco, las vistas de la vega de Granada, del Trevenque y un sinfín de cosas.
Fotos de rigor, unos minutos de disfrute y vuelta abajo. Como ya sabía, Alex bajaba despacio y con molestias, así que decidimos coger la lanzadera que baja hasta la Hoya de la Mora. Esperamos casi una hora, pero bajamos cómodos, y a eso de las 3 ya estábamos otra vez en Granada, comiendo con Ana y la familia.
En total, 24 horas exactas desde que salimos: una escapada relámpago, dura pero preciosa.
Salir con Alex siempre es una experiencia muy buena: paciente, alegre, y con espíritu montañero de verdad. Esta vez hubo cansancio y algún que otro mal rato, pero también mucho de lo que hace que merezca la pena subir montañas: paisaje, compañía y esa sensación de libertad que no cabe en las fotos.
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Sierra Nevada de nuevo, a los 7 dias, regreso en solitario:
Siete días después de la primera intentona, allá que vuelvo a Granada. Esta vez con más calma: el viernes duermo en Cenes de la Vega, y el sábado, tempranito, ya desayunado y con todo en orden, subo con Ana en coche hasta el albergue universitario. El plan era claro: Tomar el bus hasta las posiciones del Veleta y quitarme lo mas duro y avanzar lo máximo para que la jornada de de si lo suficiente.
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LA PUERTA |
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RASPONES DE RIO SECO |
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LAGUNAS DE RIO SECO |
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MULHACEN, CARA NORTE Y CIMA VISTO DESDE EL COLLADO DEL CIERVO |
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LAGUNA DE LA MOSCA, ESPLENDIDA AUN EN ESTAS FECHAS |
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RIO VALDECASILLAS |
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LARGO SENDERO, BELLO, A PESAR DE YA IR FATIGADO |
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ULTIMAS POSTALES DE LA NORTE |
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EL ABUELO |
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LA VEREDA DE LA ESTRELLA EN SI ME RECUERDA AL CARES |
(Evidentemente no será una ruta para dos jornadas como fue en primera intentona, sino una escapada ligera con la intención de hacerlo de una atacada)
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TEMPRANO DENTRO DE LO QUE CABE Y A TOPE DE ENERGIAS |
Bueno, ya esta todo contado, pero si quieres ver la crónica completa, allá tu.
A las 8 creo recordar sale el primer autobús justo al llegar nosotros, lo vemos subir. El mío era el segundo que partiría a las 9:00, y a eso de las 9:20 ya estaba yo en marcha, mochila al hombro, camino arriba los pocos metros de desnivel que me quedaban. El día prometía.
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POSICIONES DEL VELTA, AQUI PARA LA LANZADERA |
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PRIMERA FOTO CON FONDO EL VELETA, YA CASI NO PARARIA HASTA EL COLLADO |
Desde las Posiciones del Veleta empiezo la subida hasta el Refugio de la Carihuela, justo a los pies del Veleta. No subo al pico, que ya lo tengo algo mas que visto, sino que sigo la pista, firme y constante, hasta llegar a los siguientes refugios. El ritmo es bueno, casi sin parar: alguna foto, un respiro corto, y pa’lante.
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REFUGIO DE LA CARIGÜELA, DONDE DORMI 7 DIAS ATRAS |
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AUN NO SE VE EL COLLADO LO TAPA LOMA PELA, POR AQUI ME DIO EL VAHIDO |
De la Carihuela continúo hacia el Refugio de la Caldera, avanzando por ese paisaje lunar que tanto tiene de marciano como de andaluz. El aire fresco ayuda, y aunque el Sol ya aprieta, sigo ligero.
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ESTE GRUPO VENIA JUSTO DETRAS DE MI, COGIERON POR EL PASO DE LOS GUIAS Y LES RETRASÓ |
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EL GRUPO DE 3 CON QUIEN DEPARTÍ |
Poco después del Refugio de la Carihuela me da un mareo de esos que te dejan el cuerpo en pausa. Paro, respiro y pienso: “¿Mal de altura o exceso de entusiasmo?”. Se me pasa rápido, y sigo rumbo al refugio de Villavientos.
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LA PUERTA |
En Loma Pelá alcanzo a tres chavales; uno resulta ser médico, así que le pregunto, medio en broma, medio en serio de lo mío... Todo OK, charlamos, nos reímos y enseguida estamos hablando de rutas, fotografía —él hace fotografía planetaria, yo cielo profundo—, de arte rupestre, de historia… un pequeño congreso de frikis con mochila.
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LA ZONA AUNQUE DESERTICA TE CAUTIVA |
Caminamos juntos un rato, hasta que ellos se desvían hacia la Caldera. Buena charla, buena gente y una de esas coincidencias que solo pasan en la montaña.
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REFUGIO DE VILLAVIENTOS, DONDE TAMBIEN EN SU DIA PASE UNA NOCHE |
Desde la Caldera, enfilo hacia el Collado del Ciervo, o de la Mosca, según quién lo nombre. La subida es corta pero se hace notar. No es que se me atragante, pero noto que las piernas ya no tiran como antes. Será la falta de kilómetros, los años, o que uno ya no sube como una cabra montés. En fin, se acepta. |
MIRO AL REFUGIO DE LA CALDERA, CREO VER A MIS EX ACOMPAÑANTES |
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EMPIEZO A SUBIR AL COLLADO DEL CIERVO CON CIERTA PAUSA |
Superado el collado, empieza la bajada hacia la Laguna de la Mosca, un lugar que siempre impresiona. Paro un rato a comer fruta, beber agua y disfrutar del silencio. Allí pienso: “Aquí dormiría uno de lujo”. Y es verdad. Si alguna vez repito la ruta, será haciendo noche en la laguna, porque el sitio lo merece.
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DESDE EL COLLADO DEL CIERVO |
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DE LOS POCOS NEVEROS QUE VI |
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LA BAJADA IMPRESIONA, LAS APARIENCIAS ENGAÑAN |
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EL PRIMER REFRIGERIO PARADO, YA TOME UNO EN MOVIMIENTO CUANDO EL MAREO |
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DE CERCA IMPRESIONA AUN MAS POR SU BELLEZA Y SU COLOR |
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AQUI ALGUN DIA PASARE LA NOCHE, YA TENIA REDACTADO MI CORREO AL PARQUE PERO CAMBIE DE PLANES |
El descenso continúa por el río Valdecasillas, metido entre pedreras, cascadas y hierba húmeda. A poco ira tornando a rocas y tierra poco fértil. El camino no siempre está claro, pero los hitos ayudan. Me cruzo con poca gente, un grupo de tres, y luego con un par de chavales que subían tarde, demasiado tarde para lo que quedaba de luz.
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LARGO CAMINO POR RECORRER, A PARTIR DE AQUI TODO NUEVO PARA MI |
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LOS JITOS, CUANTO AGRADEZCO A QUIEN LOS PONE |
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AK PRINCIPIO HAY QUE TENER LAS IDEAS CLARAS Y NO EQUIVOCARSE |
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EL TERRENO ALGO COMPLICADO, PERO NADA DEL OTRO MUNDO SI VAS POR DONDE DEBES Y CON PRECAUCION |
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SOLO HAY QIE ANDAR CON CUIDADO |
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Y NO TENER PRISA, AUN QUEDA MUCHO |
En una de esas, empiezo a notar un dolor punzante en el tobillo. Un pinchazo de los buenos. Me paro, me tomo un Nolotil y, milagro: en menos de diez segundos el dolor desaparece y sigo bajando como nuevo.
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PRIMER GRUPO QUE VEO SUBIR |
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LAS CHORRERAS DE LA MOSCA, DE LO MAS ESPECTACULAR |
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PERO HAY VARIAS ESTAMPAS MAS QUE PARA MI SON ESPECTACULARES |
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A MEDIDA QUE BAJAS PIERDES INCLINACION Y SENSACION DE PELIGRO |
No queda mucho que contar, quizas algunas fotografias que queden bonitas y los sitios claves o medianamente famosos.... paso a narrar algunos.
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POR EJEMPLO EL GANADO CON CRIAS A UNO Y OTRO LADO DEL RIO Y QUE YO ESQUIVABA |
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MEDIA MONTAÑA A AMBOS LADO DEL CAMINO |
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AHORA BAJARIAMOS ESTA LADERA DE LOMA DE LAS CASILLAS, SIN CAMINO APARENTE
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PARA LLEGAR AQUI, A LA MAJADA DEL PALO |
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EN FRENTE Y AL OTRO LADO DEL RIO, CUEVA SECRETA |
He de hacer aquí un inciso, a este lado del rio también hay lugares donde buscar un buen reposo, es una zona que invita al descanso. Ojo y es de esos lugares que cuando paras, para luego emprender la marcha, te dices y ahora por donde es. |
TERCERA LEVE PARADA PARA COMER Y REPONER FUERZAS |
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AQUI JUSTO EN EL PASO, A ESCASOS METROS DE CUEVA SECRETA ME ACICALE UN POCO |
Y ahora comienza la famosa Vereda de la Estrella. |
En esta zona el camino se ensancha, el agua discurre por varios sitios, un cañaveral y encontrar el sendero cuesta. |
La verdad que podría aun 100 fotos mas... pero seria ya una pasada, tanta foto, con todas las que ya he puesto y aun me quedan por poner. Atrás se queda el paso y cambio de orilla del rio, se queda Cueva Secreta, que no visite, tan solo vi... el tiempo apremiaba, solo quedaba tiempo para lo estrictamente necesario.
Y llegamos a la Junta de los Rios
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Llegamos a un cruce y ojo, este puente te lleva, al refugio del Aceral subiendo a mamo izquierda y mas tarde al de la Cucaracha, para luego tomar la Cuesta de los Presidiarios. |
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CAMINANDO POR LA ESTRELLA AL OTRO LADO UNA JABALI CON SUS CRIAS YA MAYORCITAS |
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Y ESTA ES LA ESTAMPA DURANTE MUCHO RATO |
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Y AL GIRAR ESPERAS A VER QUE VES |
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SI NO ME EQUIVOCO ES LA MINA DE LA JUSTICIA |
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AL FONDO PUENTE SOBRE EL RIO GUARNON E INMEDIATAMENTE CORTIJO LA ESTRELLA |
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CORTIJO Y MINAS DE LA ESTRELLA , DONDE NACE EL GENIL |
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TODAVIA QUEDAN RINCONES BONITOS POR VER |
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MINAS DE LA PROBADORA |
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ULTIMAS MIRADAS ATRAS A LA CARA NORTE |
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A MEDIDA QUE BAJAS, CAMBIA LA VEGETACION |
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ES UN MURO Y A LA VEZ UN CAMINO |
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Y EL RECUERDO DEL CARES TE VUELVE A LA MENTE |
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ULTIMA MIRADA A ESTA PARTE ALTA DE LA MONTAÑA |
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BOSQUE FRONDOSO EN LA PARTE BAJA |
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QUEDA POCO SOL, YA SE VE BAJO |
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MUCHOS RECODOS AUN |
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Y UNA GRATA SORPRESA |
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EL ABUELO |
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Y ALGUN CASTAÑO MAS, ALGUN DIA VOLVERE CON ANA |
El sendero se hace largo, los recodos parecen no acabar nunca. Ya sin cobertura, Ana ya hace mucho tiempo cree que me quedan diez kilómetros por error de cálculos en mi ultima conversación con ella, cuando en realidad me quedaban dieciséis. Y claro, cuando no das señales, ella se pone nerviosa. “La Guardia Civil está a una llamada”, me digo mientras acelero el paso.
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YA QUEDA MUY POCO |
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AQUI POR GPS INTUYO EL FINAL, QUIERO VOLVER A CRUZAR EL RIO |
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AHI ESTA LA IMAGEN QUE QUERIA VER, POR ESA CARRETERA EN BREVE LLEGARE |
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ESTE ES EL FIN O EL PRINCIPIO AL MENOS PARA MI |
Pero, aun quedaban 3 , 4 o 5 kilómetros por carretera o pista.... yo por la mañana avise a Ana que si tardaba en llegar y llegaba la noche que se adelantara con el coche hasta este aparcamiento final, cosa que ella no hizo pues para bajar hay al menos un par de senderos y quiso evitar que nos liáramos, así que me espero 4 kms mas abajo en la que yo llamo Venta de San Juan, donde semanas atrás ya habíamos tomado unas cervezas.
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TODO LO QUE QUIERA PERO NO ME CANSO DE HACER FOTOS |
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ESTA PARTE FINAL, LO FOTOGRAFIO TODO |
El caso es que la noche estaba asomando, al igual que el cansancio lo hizo hace tiempo y los nervios afloraban un poco, porque conozco a Ana y le entra rápido la preocupación.
Se hace de noche. La linterna alumbra los últimos tramos hasta llegar a El Charcón, casi a los pies de Güéjar Sierra.
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YA ES PRECTICAMENTE DE NOCHE |
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ALGUN TUNEL |
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LAS LINTERNAS NO PARECEN ALUMBRAR |
Te das cuenta pero el lado izquierda la Vereda de la Estrella al otro lado del rio es bonita de hacer, pero ahora no es el momento de ningún tipo de probaturas, solo quieres llegar al coche y ver a Ana... la batería del móvil ha aguantado, 4 o 5 por ciento pero llevo batería extra.
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CREO QUE ESTE ES EL CHIQUITO, NO LO SE, PERO UN POCO MAS ADELANTE ... |
Y justo allí, en una curva, aparece Ana de frente, con cara de pocos amigos y un “ya no te vas más solo” que no admitía réplica.
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20/9/25 A LAS 21:03 Que bien sienta la primera |
Terminamos cenando en Güéjar Sierra, como debe ser después de una jornada así: cansado, feliz y con la sensación de haber hecho algo grande. Las agujetas me duraron más de una semana, de esas que te hacen acordarte de cada piedra. Pero oye, valió la pena.
Sierra Nevada siempre tiene algo que te llama de nuevo. Y ya estoy pensando en la próxima, ya sea volviendo a bajar o por que no subiendo aunque sea en dos o tres jornadas y porque no, ya tengo la mente en montañas que aun tengo pendiente como son, Torre de Cerredo o el Aneto, hay que seguir mientras se pueda y el cuerpo y la mente lo pidan.
Ciao
Saludos, nos vemos.